Hasta las ganas de escribir se acabaron
Pero escribo porque vivo
En el aburrimiento de la idiotez
Monótona: La autonomía
Es aquella erupción del pensamiento
Que brilla con la lava del fuego
De aquellas entrañas poseídas
Por la flagrante idiosincrasia
Tu belleza fue como una estrella
Que me saludo sin ganas
Se apagó con ganas
Y dijo adiós tú ganas