El centro de las ondas de aire No paran de circular círculos infames Ante la mentira tus ojos hablan Tu mirada miente fuimos dos miradas Que al final buscaron el silencio Ese silencio que buscaba respuestas Pero nunca hubo salidas Tan solo circunferencias despectivas Solo fueron idas sin regreso De más de un ¿Laberinto? Los tubos de escape taparon Inconsciencia y mesura desmedida La frecuencia de tus labios está servida En el segundo plato de la tristeza ¿Pero quien es el dueño de tu mesa? Tal vez un punto fijo es tu almanaque Como amantes sin sorpresas Fijar una puntilla Es una costilla de la carne Si la carne de tu ausencia Que como un ladrillo Es fuerte en decadencia Como un serrucho débil Cortando las trisas de la experiencia
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